jueves, 29 de octubre de 2009

Campus de excelencia

Hoy he conocido a un personaje curioso. Le entrevistaban en un programa de televisión. Se trata de José Ramón Calvo, médico, investigador y conferenciante, que impulsa y dirige cada año el Campus de Excelencia, una iniciativa pionera y única en la que jóvenes brillantes de todo el mundo plantean proyectos innovadores y desarrollables a los máximos exponentes internacionales del saber científico, cultural, político, económico y empresarial. Estas son sus luces.

Los estudiantes e investigadores más prometedores son seleccionados en todo el mundo. Gracias al Campus de Excelencia, tienen la increíble oportunidad de compartir encuentros bis a bis con los más prodigiosos pensadores actuales, incluyendo una gran representación de Premios Nobel.

A lo largo de la entrevista dejo ver su victimismo por el "poco apoyo de las instituciones". Además también habla largo y tendido sobre los problemas del sistema educativo: la baja motivación y preparación del profesorado... Además parece ser que es uno de los teóricos del "constructivismo". Estas son sus sombras.

domingo, 11 de octubre de 2009

Suspiros

Somos un amasijo de recuerdos
y ese es el fin de nuestras vidas
acumular imágenes pasadas
desdibujadas, añoradas, queridas.

Soñamos un mundo inexistente
creemos recordar y es que inventamos
al igual que pasa en el presente
quisieramos que fuese
aquello que nosotros deseamos.

Nuestro ser con otro ser se encuentra
en los ojos del otro nos miramos
si una sonrisa tenemos en su cara
la acicalamos de deseos vanos.

De esa sonrisa hacemos amistad
la amistad la trocamos en amor
el amor se hace fidelidad
y todo porque ella sonrió.

Más para bien o para mal
cual a lechera que al mercado iba
nuestros deseos se pierden en el suelo
empapando el camino de la vida.

Y volvemos de nuevo
con las luces de una nueva mañana
deseando que se nos cumpla el lunes
lo que nos ha de ofrecer una semana.

sábado, 10 de octubre de 2009

Con signo de admiración !!!

Hay muchas cosas que admiro en los humanos. También hay muchas cosas que detesto, aunque estas las acabo olvidando. La inmensa mayoría de las cosas, sin más, las ignoro.

Admiro la paciencia de los chinos, van siempre hacia adelante, saben que llegarán, aunque tarden. Valoro el orgullo de los franceses y el sentimiento que tienen por lo suyo, aunque este sentimiento sea insufrible para el resto de los mortales. Me gusta la capacidad que tienen los rusos para producir tecnología con menos medios, como ocurre con el Soyuz y sus aviones. Envidio la capacidad de los alemanes para organizar racionalmente el trabajo y lo que con este se produce. Los norteamericanos tienen una gran capacidad para organizar la producción de objetos en grandes series, incluidas las armas y el uso que de ellas se hace (Este último detalle quizás no sea admirable). De los españoles es admirable la capacidad que tenemos para dejar pasar el tiempo tendidos al Sol, sin realizar ninguna otra actividad provechosa. También es admirable la capacidad que tenemos para soportar a nuestros políticos que, sin duda, casi ninguno de nosotros nos merecemos.

En el país de las maravillas

Hace dos meses tuve un sueño. En él caía por un agujero y cada vez avanzaba más deprisa. Frente a mí pasaban los acontecimientos a un ritmo vertiginoso. Tanto es así que me desperté sobresaltado, o eso creía yo.

Me senté sobre la cama y, en el espejo que cubre las puertas del armario empotrado, comencé a ver una película en la que trabajaban actores conocidos.

En una acera de la Gran Vía madrileña Jose Luis Rodríguez Zapatero, estirado sobre una tumbona de playa y en traje de baño, hablaba por teléfono. A lo que parece, al otro extremo de la comunicación se encontraba Mariano, el lider de la oposición. A su alrededor otros muchos bañístas remojaban sus píes en el agua que de unas cascadas caía sobre el asfalto. Los vendedores de helados y cervezas iban y venían como las vendedoras de sardinas, que van desde Santurce a Bilbao.

A partir de aquí se puede oir la conversación entre los dos líderes políticos (¿?), lo cual me sorprende, pues Zapatero no usaba un manos libres.

Por lo que pude entender de sus palabras, Rajoy estaba invitando al Presidente del Gobierno a una barbacoa en la que darían a conocer el acuerdo para aprobar los Presupuestos Generales del Estado del 2010. De hecho se trataba de aprobarlos sin los votos favorables del Partido Popular, pero también sin sus votos en contra. De esta forma, el Partido Socialista podría aprobar los Presupuestos sin necesidad de cargar con la cruz que supone el chantaje de los partidos nacionalistas por su apoyo a los presupuestos y a la llamada gobernabilidad.

Para acabar la conversación, Mariano Rajoy le recuerda al Presidente que ciertamente no son novios y que llegado el momento les pararán las iniciativas legislativas que resulten inaceptables para su partido.

Cuando se hizo el silencio tenía la carne de gallina, me había rejuvenecido unos 20 años y me había caído de la cama. Las imágenes del espejo se desvanecieron y me sentí a mi mismo entre las sábanas, en un estado soñoliento. Me volví a dormir y, a la mañana siguiente, al despertar, me entró un ataque de risa e impotencia que no pude cortar sin la ayuda de la única ducha fría que me he dado en toda mi vida.