En su despedida de las montañas más elevadas del planeta,
Alberto Iñurrategi, Juan Vallejo y Mikel Zabalza deseaban hacer algo grande: enlazar las cumbres del Gasherbrum I (8.080 m) y Gasherbrum II (8.035 m) sin pasar por el campo base y escalando dos rutas que aún esperan su primera repetición. El domingo supieron que nunca cumplirían con dicho sueño, pero entre el lunes y este martes firmaron algo mucho más importante, un gesto de un valor inmenso: rescataron con vida a un
alpinista italiano varado a 7.100 metros.
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