jueves, 31 de marzo de 2022

Imágenes de Serradilla del Arroyo

Grupo de mujeres.

Vaquillas en una plaza de carros.

Peña Laza, reducto del frente norte

«En el pueblo de Busdongo, todos miraban al cielo. Las peñas de Peña Laza estaban que echaban fuego ». La coplilla, que Rotilio Bayón escuchó tantas veces a la señora Quica, de Busdongo, es una síntesis popular de la caída del frente norte en León, en octubre de 1937, durante la guerra civil. 

Peña Laza fue el último bastión republicano en León y los pueblos de Cármenes, Villanueva de la Tercia, Barrio de la Tercia y Golpejar los últimos en caer en manos de los franquistas. Setenta años después del golpe de Estado (18 de julio de 1936), que desembocó en la guerra fratricida, sigue sin esclarecerse la toma de Peña Laza por las tropas franquistas, oficialmente el 14 de octubre de 1937, que dejó expedito el camino hacia Asturias y acabó definitivamente con el frente norte. Eliminado este reducto, Franco se pudo centrar en el acoso a Madrid y el frente de Aragón y además sumó a los recursos agrarios que ya controlaba en la provincia, la riqueza minera. 

La asociación Pozo Grajero, que trabaja para la recuperación de la memoria histórica de la guerra civil, ha pedido a la comisión creada por el Gobierno para que se investigue la verdad sobre la toma de Peña Laza. En los partes de guerra franquistas se dice que el 14 de octubre quedó ocupada la peña y «se han cogido 28 muertos del enemigo con armamento». Pero el gobierno republicano reseña en documentación oficial que ese día la peña es objeto de duros bombardeos por parte de la aviación y que al día siguiente «los facciosos después de dura lucha, tomaron Peña Laza». Según estas versiones, en Peña Laza se habían ido juntando milicianos supervivientes de los combates de Aralla, Peña Ubiña, Pola de Gordón, Villamanín, Sierra del Cueto, los Celleros y Perruca o Pico del Moro. Estos milicianos, entre los que se encontraban vascos procedentes del frente de Santander, habrían resistido ferozmente los ataques en la peña y al ser derrotados muchos de ellos habrían sido fusilados a los pies de la montaña. 

Una inscripción en una piedra hallada en la cueva donde se cree que estuvo su cuartel general (bajo la peña El Rubio) hace referencia a las fuerzas republicanas que estuvieron en Peña Laza en los últimos días antes de la caída: «1ª Brigada Montañesa (...) nº 2. Chalet Miramar. 10-10-1937». Del general Aranda, que mandaba las tropas franquistas en la zona, se recuerda por estos pueblos que advirtió en las vísperas de aquel episodio: «Vamos a tomar Peña Laza y no quiero prisioneros». «Eran chavales y lloraban» «Los sacaban de la iglesia de Ventosilla, llorando, cuando los llevaban a fusilar», señala el testimonio de una mujer recogido en el informe remitido a la comisión de la memoria histórica. «Eran chavales de 18 o 19 años y lloraban cuando los iban a fusilar», comenta Agustín Alonso, un vecino de Rodiezmo que entonces contaba 15 años y a los pocos días huyó a Pola de Lena para luego ser encarcelado. La asociación, que también contabiliza más de 70 paseados civiles de pueblos de la zona, pretende que la montaña sea reconocida, y para ello protegida, como un «monumento contra la barbarie». La derrota republicana en el frente norte fue decisiva para la victoria final de los sublevados», precisa el historiador Javier Rodríguez.

El Lunes de Aguas

En el siglo XVI, Salamanca irradiaba erudición como ninguna otra ciudad castellana. Esa centuria vio poner las primeras piedras de su impresionante catedral nueva, mientras que su universidad, fundada en 1218 por Alfonso XI, asistía a un crecimiento sostenido de alumnos provenientes de toda Europa, atraídos por el prestigio de un sistema educativo del que salían buena parte de los que desarrollaban las labores de Estado para la monarquía.

Campaña del Norte de 1876

Antonio de Brea y González-Bayón (Écija, 18341​ - Madrid, 14 de diciembre de 1898)2​ fue un militar español. Luchó en la Guerra de África con el grado de Teniente, siendo ascendido a Capitán. Durante el Sexenio Revolucionario solicitó la baja en el Ejército liberal para incorporarse al Ejército carlista. Combatió en la Tercera Guerra Carlista con el grado de Brigadier, siendo jefe de Estado Mayor del Conde de Caserta​ y fue ascendido a General de Artillería. Posteriormente escribió diversas obras sobre esta guerra.

La tercera guerra carlista fue una guerra civil desarrollada en España entre 1872 y 1876, entre los partidarios de Carlos, duque de Madrid, pretendiente carlista al trono, y los gobiernos de Amadeo I, de la I República y de Alfonso XII. Antiguamente fue conocida por la historiografía española como «segunda guerra civil»1​ y algunos historiadores contemporáneos como Jordi Canal la denominan «segunda guerra carlista»,​ negando este nombre a la Guerra de los Matiners.

Antonio Brea escribió el libro "Campaña del norte de 1873 á 1876", publicado en Barcelona en 1897, relatando su experiencia en la tercera guerra carlista. Este libro se volvió a publicar en 2011 por Nabu Press.

Rusia frente a Ucrania en palabras de Carlos Taibo

Carlos Taibo Arias es un escritor, editor y profesor jubilado​ de Ciencia Política y de la Administración en la Universidad Autónoma de Madrid.

Los vídeos de la guerra de Ucrania de French Foreign Legionnaire from USSR

Los otros vídeos de la guerra en Ucrania. Vídeos de French Foreign Legionnaire from USSR, Fiódor Merkuriev, Ministerio de Defensa de Rusia#героиzNuevo ejército rusoEuroMaydan... MilitaryTechNews2.










El conflicto entre Rusia y Estados Unidos en palabras de Vladimir Pozner

Vladimir Vladimírovič Pozner es un periodista y presentador de televisión de origen franco-ruso-estadounidense. El 27 de septiembre de 2018 ofreció una conferencia, dentro del Programa de Estudios de Rusia, Europa del Este y Eurasia de la Universidad de Yale sobre el impacto de la política exterior de EE. UU. en Rusia después de la disolución de la Unión Soviética