domingo, 24 de mayo de 2009

EL PRESIDENCIALISMO ENCUBIERTO O LA TRANSFORMACIÓN DE UN RÉGIMEN POLÍTICO

· El 2 de julio de 2008, en el Colegio de Abogados de Barcelona, el Catedrático y ex Magistrado del Tribunal Constitucional, Manuel Jiménez de Parga, disertó sobre un tema de rabiosa actualidad y de una trascendencia capital para la higiene y la salud políticas: 'El presidencialismo encubierto o la transformación de un Régimen Político'.

· El profesor M.J. de Parga empezó su disertación citando varios artículos de la Constitución Española vigente, según los cuales nuestro régimen político es un régimen parlamentario (art. 3.1. “La forma política del Estado español es la Monarquía parlamentaria”; art. 66.2. “Las Cortes Generales ejercen la potestad legislativa del Estado, aprueban sus Presupuestos, controlan la acción del Gobierno y tienen las demás competencias que les atribuyen la Constitución”; art. 101.1. “El Gobierno cesa tras la celebración de las elecciones generales, en los casos de pérdida de la confianza parlamentaria previstos en la Constitución, o por dimisión o fallecimiento de su Presidente”). Según estos preceptos, el poder reside en el Parlamento o Cortes Generales, de las que se derivan el Gobierno y las demás instituciones.

· Ahora bien, a pesar de los preceptos citados y de las previsiones constitucionales, en la práctica, nuestro régimen político es más bien presidencialista: el poder tiene su sede en el Presidente del Gobierno, que hace y deshace e impone al Parlamento sus decisiones, y no en la sede parlamentaria. Esta transformación de nuestro régimen político no es un fenómeno exclusivo y característico de España. Se trata, más bien, de una metamorfosis generalizada en numerosos países. Para explicar esta transformación (pasar de un “régimen parlamentario” a uno presidencialista), M.J. de Parga aportó dos argumentos contundentes y muy convincentes.

· Por un lado, citó el “tipo de partidos políticos” que existen en España. A lo largo de la historia ha habido diferentes tipos de partidos políticos: partidos de notables, partidos de masas y partidos de electores. Hoy, sin embargo, en nuestro país, lo que existen son “partidos de empleados”: partidos formados por afiliados que están a sueldo de la organización o que han conseguido o van a conseguir un puesto de trabajo, fruto de la conquista del poder (local, autonómico o nacional) por parte de los diferentes partidos en liza. Esto hace que los militantes y los elegidos en las diferentes contiendas electorales estén domesticados y sean sumisos a los dictados del jefe del partido o del Gobierno. El Profesor M.J. de Parga contrapuso los políticos de hace 30 años (personas que se ganaban la vida en actividades profesionales privadas, fuera y alejadas de la política) a la mayor parte de los políticos actuales de España (personas que no tienen oficio reconocido, que no se sabe cómo se han ganado la vida y que nunca se han ganado la vida fuera de la política; es decir, personas cuya biografía profesional se reduce a la vida en el partido). Esta clase política ha favorecido el paso del régimen parlamentario al régimen presidencial.

· El otro argumento que milita a favor del presidencialismo es el “sistema electoral” imperante en nuestro país. Según el profesor M.J. de Parga, nuestro sistema electoral se caracteriza por tres rasgos fundamentales.

· Por un lado, el Real Decreto-ley de 1977, que reguló las primeras elecciones, pero que tenía carácter transitorio y que pretendía reducir la “sopa de letras” de los excesivos partidos políticos, favoreció a los “partidos mayoritarios”. Cuando se votó la Ley Orgánica del Régimen Electoral General, de 19 de Junio de 1985, lo que en un principio se dijo “que sería provisional” (para salir del paso) se consolidó y, por eso, hoy tenemos dos grandes partidos nacionales. Este statu quo, que no favorece la representación de las minorías, no ha sido puesto en tela de juicio por ningún partido mayoritario, a pesar de la desafección de una parte importante del electorado.

· Otro rasgo definitorio de nuestro sistema electoral son las “listas cerradas y bloqueadas”, elaboradas por la cúpula de los partidos para que los candidatos fieles y sumisos al “jefe”, pero no los más preparados, puedan ganarse la vida. De ahí el nivel de preparación y de formación deficiente de la mayor parte de los componentes de los distintos Parlamentos (tanto del nacional como de los autonómicos). Ante este estado de cosas, el Profesor M.J. de Parga se preguntó si las “listas abiertas” podían ser la solución. Para él, esta alternativa no ha dado los resultados deseados y esperados. Por eso, él preconiza la solución adoptada por el sistema electoral alemán, que funciona positivamente: los votantes utilizan dos papeletas (una con una lista cerrada y la otra abierta).

· Finalmente, el último rasgo distintivo de nuestro sistema electoral se refiere a los “gastos excesivos” de las campañas en España. A los partidos les faltan medios económicos y estos gastos hay que pagarlos y alguien tiene que hacerlo. Y los que han pagado (los poderes económicos) pasan religiosamente después la factura, lo que distorsiona y perjudica el funcionamiento democrático tanto de los partidos como de los Parlamentos y de los Gobiernos. El profesor M.J de Parga ilustró esta dependencia de los poderes económicos con una anécdota de su etapa de ministro de uno de los Gobiernos de UCD (se tomaron ciertas medidas a favor de las compañías eléctricas para resarcirlas por las ayudas recibidas para financiar la campaña electoral).

· A pesar de los aspectos indeseables en el funcionamiento de los partidos políticos, éstos son necesarios y preferibles a los “grupos de presión o de intereses”, que reemplazaban a los partidos durante el Régimen Franquista. Por otro lado, hoy, según el Profesor M.J. de Parga, un mundo nuevo está surgiendo gracias al desarrollo tecnológico (teléfonos móviles, Internet, periódicos digitales, medios de desplazamientos espaciales rápidos y cómodos, etc.). Y muchos de los problemas presentes, consecuencia de un “presidencialismo encubierto”, se podrían solucionar si se hace un buen uso de estos nuevos medios modernos.


© Manuel I. Cabezas

1 comentario:

Rafael del Barco Carreras dijo...

A propósito de los JIMÉNEZ DE PARGA...

RAFAEL JIMÉNEZ DE PARGA.

CONDENADO A SEIS MESES POR DENUNCIA FALSA.



Rafael del Barco Carreras



30-12-09. El apellido, él mismo, de los grandes de la Abogacía y Política con la DEMOCRACIA, o sea, otro vividor de ese club que se adueñó del Franquismo y “hasta ahora”, ha perdido capacidad mediática, el segundo de EMILIO BOTÍN, Alfredo Sáenz Abad, acapara los titulares de la condena, SEIS MESES, por denuncia falsa. Lo de la EXTORSIÓN no aparece en la noticia de agencia.

¡Que barato les ha salido! Los hermanos ya eran célebres por catedráticos y bufete importante (ahora 50 abogados en el Paseo de Gracia) cuando Narcís Serra lo contrató para abogado acusador en el caso CONSORCIO DE LA ZONA FRANCA DE BARCELONA en el año 1980, y “contra mí y otros” entraron en ese selecto clan de sinvergüenzas que se enriquecerán no solo en torno a Javier de la Rosa, sino descaradamente de la POLÍTICA. Su hermano MANUEL en Madrid de chalaneo, será de todo con UCD y PSOE, y RAFAEL dirigiendo el gran bufete, ensacando o empaquetando elevadas minutas a cientos. ¡Un monumento a la ÉTICA! y Manuel miembro de la Academia de Ciencias MORALES y Políticas.

Han pasado 16 años desde que Olavarría jurara venganza por meterle en la cárcel hasta pagar al juez Luís Pascual Estevill. Lo declaró estando yo presente en el juicio de mayo pasado, escritos en www.lagrancorrupción.blogspot.com ; no pararía hasta ver condenado a quienes con falsedades y gansterismo pretendían cobrar, primero una deuda que no les correspondía proveniente del Banco Garriga Nogués de Javier de la Rosa, y después a través de la extorsión para salir de la cárcel, 25 millones de pesetas, pagados un fin de semana.

Ignoro si sentirá su venganza satisfecha, yo no (tres años, y lo que seguiría, no son un fin de semana), quizá recurra (dijo que llegaría a Estrasburgo si no se le hacía JUSTICIA), pero los años no pasan en balde, y puede que la densa cabellera blanca merme ganas. Los juzgados agotan a cualquiera.

Por ganas insultaría hasta que me metieran de nuevo en LA MODELO, pero no quiero que me detengan en el propio Palacio de Justicia cuando el día 7 acuda a oír la declaración como testigo del juez Asalit, y el día 11 la de Lluís Prenafeta, en ese juicio por la corrupción en Hacienda que con el de Juan Piqué Vidal y Luis Pascual Estevill, en 2004, Gran Tibidabo en 2008, y ahora Hacienda, marcan el rastro de lo que vengo inútilmente denunciando desde hace 30 años, LA GRAN CORRUPCIÓN, “BARCELONA, 30 AÑOS DE CORRUPCIÓN”… y que continúa con la OPERACIÓN PRETORIA, y otras muchas pendientes y a destapar. La CRISIS promete un gran destape.

Mi venganza es esparcir cuanto más mejor los nombres y hazañas de ese grupo de amorales que condujeron a mi querida Barcelona al lodazal donde se halla inmersa, y si por primera vez en mi vida me noto leído a través de INTERNET me fastidiaría que por unos insultos pasados de tono me interrumpieran.