domingo, 28 de octubre de 2018

Biblioteca del monasterio de Poio


A mediados del siglo XIX, tras la desamortizaciones de Mendizábal, los benedictinos abandonaron las instalaciones monacales hasta 1890 en que una comunidad mercedaria las ocupó nuevamente. Esta comunidad amplió el edificio en lo que puede considerarse un segundo monasterio, que queda perfectamente delimitado de las construcciones más antiguas. Estas nuevas instalaciones albergan actualmente una más que interesante hospedería. Sin duda alguna, y por muchas razones, un lugar muy recomendable y que hay que tener anotado en la agenda viajera.


La biblioteca es otra de las estancias más relevantes del lugar, albergando más de cien mil volúmenes, en la mayoría traídos por las diversas órdenes que por allí pasaron, algunos de ellos de una gran relevancia. Su fondo principal lo constituyeron los volúmenes no perdidos de los benedictinos y los traídos de Conxo por los mercedarios. Abundan los libros "antiguos y raros", los de "temas gallegos", arte, derecho, teología y filosofía.

Esta voluminosa colección bibliográfica se debe, no solo al empeño recopilatorio de benedictinos y mercedarios, sino también a la donación de la biblioteca de don Antonio Rey Soto. El año 1958 se vio incrementada con la particular del eminente sacerdote y bibliófilo D.Antonio Rey Soto, que ocupa lugar especial y es rica en joyas bibliográficas y en obras de historia y literatura gallegas. D. Antonio Rey vivió en el monasterio sus últimos años y sus restos reposan en el Claustro de las Procesiones. Además de la riqueza cultural del lugar, cuyo prueba más fehaciente es su biblioteca, también hay que destacar el poderío económico que otrora vivió la comunidad religiosa de San Xoán de Poio. Atestigua dicha riqueza material la presencia de uno de los hórreos más largos de toda Galicia.

















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