viernes, 28 de julio de 2017
Destruir, deconstruir, reconstruir...
Afganistán, Iraq, Siria, Libia, ...
Cuan fácil es alentar y fomentar la destrucción y el atraso de países enteros. Eso sin pensar en los muertos, los heridos, los familiares...
El proceso contrario es difícil, pero no por ello, imposible de imaginar.
Se ha de desescombrar y reparar y se ha de hacer con la mayor cantidad posible de brazos del lugar, para generar un beneficio que cubra a la mayor parte de la población superviviente.
Para ello, no lo olvidemos, necesitan paz, garantías civiles, esperanza... Si esto ya fuese así, que no loes, harían falta herramientas y materiales para reparar, reparar y reparar. Calculo que durante todo el periodo de guerra en estos países se ha estado reparando todo tipo de cosas para poder seguir el día a día. Pero viendo estas imágenes de los escenarios de la guerra se hace evidente que los desechos de edificios, instalaciones y vehículos hacen necesaria una importante reparación, reparación, reparación...
Campos de cultivo, lineas eléctricas, redes de agua, viviendas, calles, puentes, etc. se podrían volver a poner en marcha, a la par que la economía del país. A ritmo lento pero decidido.
A la par, se han de poner en marcha los pequeños centros de producción de bienes que permiten estabilizar la economía. Pequeñas fábricas de cemento, fundiciones para fabricar acero corrugado y perfiles, refinerías, fábricas de detergentes y productos químicos...
Que bonito soñar...
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