martes, 7 de julio de 2020

Santiago Armesilla


Esta es la descripción de si mismo que hace en su página web:


Nací en Madrid, España, en 1982. Hasta los 19 años viví en el barrio obrero de Usera, al sur de la capital, concretamente en la colonia Moscardó. Entre 1988 y el 2000 estudié en el Colegio San Viator, en la Plaza Elíptica, aunque el C.O.U. (fuimos la última promoción) lo hice en el I. E. S. Cervantes de Embajadores. Entre el 2001 y el 2003 estuve trabajando de reponedor en varios centros comerciales y en un centro maderero (antes, a los 16, lo hice de cartero comercial). Empecé un Ciclo Formativo de Grado Superior que dejé a los tres meses de empezar y, después, empecé a estudiar en la Universidad en 2003. En el año 2008 me licencié en Ciencias Políticas y de la Administración, con la especialidad en Análisis Político, por la Universidad Complutense de Madrid. Y en 2014 me doctoré en el programa de Economía Política y Social en el Marco de la Globalización impartido por el Departamento de Economía Aplicada V de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociología de esa misma Universidad. Durante dos de aquellos años universitarios presidí una asociación cultural de estudiantes, llamada Decíamos Ayer..., entre 2006 y 2008, justo en el apogeó de Contrapoder, la asociación que lideraron los que fueron años después fundadores de Podemos. Entre mis profesores en la carrera estuvieron algunos de ellos, como Juan Carlos Monedero o Jorge Vestrynge. Pero también recibí la docencia de gente como Juan Maldonado Gago, Enrique Gil-Calvo, Amando de Miguel, Antonio Elorza, Pedro Trinidad, Miguel Ángel Ruiz de Azúa, Heriberto Cairo, María Lois, Celestino del Arenal y muchos otros.

Durante aquellos años, compaginé los estudios con algunos trabajos, también de reponedor, y toqué en cuatro bandas de rock bastante variadas, y edité algunos temas de música electrónica en sellos independientes. Me considero marxista desde los 17 años, cuando leí por primera vez el Manifiesto Comunista. En tercero de carrera descubrí el materialismo filosófico de Gustavo Bueno, y desde entonces me zambullí en su sistema de ideas, hasta el punto que mi tesis doctoral, dirigida por el economista Diego Guerrero, utilizó la gnoseología de la teoría del cierre categorial de Bueno para comparar la teoría del valor-trabajo y la teoría de la utilidad marginal. Calificada con un Sobresaliente Cum Laude por Unanimidad, en un tribunal presidido por el ex-rector de la Complutense y Catedrático Emérito de Economía, Carlos Berzosa, parte de la misma fue resumida en mi primer libro Trabajo, utilidad y verdad (Maia Ediciones, 2015). Siendo investigador colaborador honorífico del Euro-Mediterranean University Institute (EMUI), instituto asociado a la Complutense, pude dar clases en varios postgrados sobre Relaciones Internacionales y Política Exterior en el Área del Magreb y Oriente Medio, y sobre Economía y Desarrollo en el Islam contemporáneo. También pude organizar, y dar clases, en los cursos de formación contínua sobre Materialismo Histórico y Teoría Crítica que la Fundación de Investigaciones Marxistas (FIM) retomó entre el 2015 y el 2018 en el EMUI, continuando los que iniciara el filósofo y sociólogo Román Reyes, fundador del EMUI.

Entre el año 2006 y el 2008 fui redactor y, por un breve periodo de tiempo, editor del periódico El Revolucionario, editado por Nódulo Materialista de México, durante los años posteriores a la publicación del libro de Bueno El mito de la izquierda, obra que causó un gran impacto en mí. De 2007 a 2010, de manera complementaria a mi labor en aquel diario, inicié el blog que llamé Izquierda Hispánica (IH) hoy llamado Paniberismo Socialista, que de 2010 a 2015 funcionó como una asociación cultural, con bastante militancia, que fue la pionera en el mundo de habla hispana en combinar materialismo filosófico, materialismo histórico y paniberismo. Durante mi militancia en IH, pudimos organizar varias charlas en diversos puntos de España, publicar una web y un programa de televisión por YouTube (Zafarrancho TV), dar un par de conferencias en el Instituto de Economía de la Academia de Ciencias de Rusia hablando sobre el economista soviético Isaac Ílich Rubin y ayudar a generar una agrupación hermana, Izquierda Iberoamericana de Chile, cuyos fines eran los mismos que los nuestros. Tras mi marcha de IH, la cual acabó desapareciendo poco después, me dediqué en exclusiva al mundo académico, aunque milité en el Partido Comunista de España entre el año 2013 y el 2017, abandonando la militancia por estrictos motivos personales, aunque también tuviera diferencias políticas con la dirección del Partido. También fui miembro y, por un año, presidente de la Asociación DRY, escisión de Democracia Real Ya, en la que acabamos militando algunos miembros de IH cuando en el 15M en Madrid repartimos unos panfletos críticos con lo que se defendía entonces en la Puerta del Sol, los cuales llamaron la atención de Pablo Erlantz Gallego, presidente de la Asociación, que acabó fichándonos. Estando en la Asociación DRY pude participar en el acto antieuropeísta de Asís, Italia, llamado Sinistra contro'l Euro, junto a militantes como Manolo Monereo o el reputado activista italiano Moreno Pasquinelli. También participé, como presidente de DRY, en el Ier Encuentro Mundial de Movimientos Populares, en la Ciudad del Vaticano, organizado por el Papa Francisco tras la publicación de su exhortación apostólica Evangelii Gaudium. Allí tuve la oportunidad de conocer al Papa, al presidente del Estado Plurinacional de Bolivia, Evo Morales, y a activistas de todas las partes del mundo de organizaciones como la Vía Campesina, la Hermandad Obrera de Acción Católica, el Sindicato Mexicano de Electricistas, el Partido Socialista Unido de Venezuela, Stop Deshaucios o COPINH, como la malograda Berta Cáceres, asesinada por defender las tierras campesinas de la explotación terrateniente y de transnacionales estadounidenses en Honduras. También conocí a Suha Jarrar, hija de Khalida Jarrar, militante de la OLP palestina presa en Israel.

Mientras milité en el PCE y en la asociación DRY, en hibernación desde 2017, pude publicar un capítulo en el libro coral Podemos, ¿comunismo, populismo o socialfascismo? (Pentalfa, 2016). También publiqué El marxismo y la cuestión nacional española (El Viejo Topo, 2017), libro que todavía sigue teniendo bastante repercusión a nivel político, editorial y divulgativo, y que pudo darme a conocer en ámbitos no solo ideológicamente afines. Gracias a ese libro pude participar en diversos cursos de verano, congresos nacionales e internacionales (para la Comunidad de Estudios Jaina, en Bolivia), y convertirme en investigador asociado de la Universidad Federal de Río Grande del Sur, Brasil, gracias al politólogo y jurista argentino, Leonardo Granato. En 2018 publiqué, por encargo, mi tercer libro, La Economía en 100 Preguntas (Nowtilus, 2018), y en marzo de 2019 se editó mi cuarto libro, Breve Historia de la Economía (Nowtilus, 2019), también por encargo. Compagino mi faceta de escritor y ensayista de libros con mi cooperación investigadora con la antropóloga y geógrafa Rocío Pérez Gañán, con la que he publicado en diversos libros corales, participado en Congresos nacionales e internacionales (CEISAL 2016, IIIer Congreso Internacional de Estudios del Desarrollo en ZaragozaICA 2018), y publicado artículos en revistas académicas de todo tipo, mientras ejercemos de investigadores en la Red Española de Estudios del Desarrollo (REEDES). Todo ello junto a alguna aparición en televisión (Intereconomía), Radio y prensa.

En el año 2019, finalicé el Máster Universitario en Formación del Profesorado de E. S. O. y Bachillerato, Formación Profesional y Enseñanza de Idiomas, en la especialidad de Formación y Orientación Laboral, por la Facultad de Educación de la Universidad Complutense de Madrid. Mi trabajo de fin de Máster se titula La docencia del módulo de Formación y Orientación Laboral en Formación Profesional en el marco de procesos de "uberización" del mundo del trabajo: el caso del I. E. S. Pío Baroja.

Actualmente me encuentro en la ciudad de Buenos Aires, Argentina, desarrollando una investigación sobre las políticas económicas de la República Argentina desde 1983 hasta 2019, y su engarce con las organizaciones de integración latinoamericanista (ALADI, CELAC) y suramericanista (UNASUR, MERCOSUR) a las que el país pertenece. Trabajo en el Instituto de Estudios de América Latina y el Caribe (IEALC), adscrito a la Facultad de Ciencias Sociales de la Universidad de Buenos Aires (UBA), en calidad de Becario Interno Postdoctoral del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (CONICET). La investigación me la dirige el prestigioso geógrafo y economista argentino Claudio Katz. También soy investigador asesor en el proyecto La relación centro-periferia en el replanteo de la Globalización. Efectos sobre América Latina y Argentina, dirigido por Katz, y también adscrito al IEALC.

En julio de 2019, tuve la oportunidad de participar, como delegado internacional por España, en representación de la Plataforma Global contra las Guerras, en la XXVª Edición del Foro de Sao Paulo en Caracas, República Bolivariana de Venezuela, invitado por la Unidad Popular Venezolana (UPV) y por Patria Para Todos (PPT), aunque no pude participar con estos últimos en acto alguno, aunque sí hablar para varios medios de comunicación venezolanos e internacionales y conocer camaradas y otras personalidades muy interesantes, en una experiencia inolvidable, positiva y muy intensa. También en ese mes comencé a realizar, los terceres sábados de cada mes, el taller de formación en marxismo-leninismo para el Partido Liberación de Argentina, en su sede de Buenos Aires. Debido a una escisión en dicho Partido, continué con el taller junto a la escisión llamada Vanguardia - Escuela de Formación Marxista-Leninista. En un intento por parte de su Secretario General por difamar mi persona, para atacar a Vanguardia, me vi en la obligación de contestarle en este artículo. También, en este año, modifiqué mi canal de YouTube para empezar a darle mayor actividad. El 7 de noviembre de 2017, por fin sale la revista La Razón Comunista, impulsada junto a otras personas con el fin de, a través de ella, articular la construcción de un verdadero marxismo netamente español, y en español, en tanto que teoría política revolucionaria sin la cual no sería posible ningún movimiento político revolucionario.

La colaboración política con Paco Frutos, en mi caso, se inició indirectamente, cuando ambos empezamos a ser redactores del semanario digital Crónica Popular, dirigido por Rodrigo Vázquez de Prada, contando en el Consejo de Redacción con históricos del Partido Comunista de España como Antonio Gallifa o Manolo Monereo, hasta su marcha a Podemos. Poco a poco, la orientación de Crónica Popular fue haciéndose cada vez más antipodemita, y antipostmoderna, quedándose Monereo fuera, por su errada lealtad a un sobrevalorado (por él) Pablo Manuel Iglesias Turrión, mientras que Frutos continuaba. Fue en actos organizados por Crónica Popular en el Club de Amigos de la UNESCO (CAUM), en Madrid, donde conocí en persona a Frutos. Coincidiríamos en más actos con el tiempo, pero siempre como público, o interviniendo uno de los dos.

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